El gobierno y los medios de comunicación llevan más de 6 meses metiéndonos en la cabeza que el año 2010 es el dedicado a los festejos del bicentenario, 100 años de una revolución y 200 de la independencia.
Hoy todo se dice llamar bicentenario, sin embargo, me pregunto, ¿esa es la manera de festejar eventos tan importantes en la historia de México? sinceramente pienso que no, que no basta con ponerle a una carretera, a una escuela, a una calle, o a un torneo de futbol el nombre de “bicentenario”.
A lo que apuesto o sugiero, es a una revolución o a una independencia del pensamiento y de la forma de ser de cada mexicano, basta de estar colonizados por un poder inútil, inoperante, ya basta de estar bajo el yugo de la inseguridad, de las balas, de los secuestros, de las drogas, basta de ser el mexicano que por tener que subsistir acepta trabajos que atentan a sus derechos como humano, basta de ser ignorantes y sentirse informados al ver las noticias en la televisión, no más ignorancia al pensar que un político si va a cambiar un país, no toleró más una generación que no hace nada, que solo deja vivir para poder vivir, basta con el rico que se aprovecha con el pobre, basta con el pobre que por ser así sigue así, y pido el fin a la actitud derrotista que asumimos por el simple hecho de que si levanto la mano –no pasa nada-.
No con esto, sugiero o pido que nos levantemos en armas cuando Norberto Rivera toque las campanas de catedral, o cuando un político venido de menos a más, ocasione un golpe de estado a un estado hoy fallido, no… no propongo eso, lo que pido es que cada uno de los mexicanos cambiemos nuestra forma de pensar y de actuar, que nos unamos por un pueblo necesitado de unión, un México necesitado de verdades, un país necesitado de reales liderazgos (no líderes), y un pueblo que encuentre su identidad.
Es el momento de apostar por una educación mexicana, no basada en programas europeos, gringos o de cualquier otro país, una educación de los mexicanos y para los mexicanos. No hablemos de la educación en la escuela, mejor desarrollemos una educación en casa, una formación basada en los valores, en las buenas costumbres, en la cooperación y en el amor por este país, una educación con el objetivo de sumar a este país personas consientes, inteligentes, cultas, con ganas de sobresalir, participativas y que sean capaces de levantar la mano cuando algo está mal. Hoy necesitamos artistas, profesores, profesionistas, empresarios, políticos con educación, la preparación se compra en cualquier escuela o universidad, la educación se adquiere solo en casa.
Han observado, cuando en un mundial de futbol, juega la selección mexicana, todo el país se paraliza, sean buenos, sean malos todos estamos al pendiente de si gana o pierde, el deporte es tan importante en una sociedad que puede unir las ideas, las clases sociales, las ambiciones o los sueños. Fomentemos la actividad física en casa, hagamos de la educación física una real materia en la escuela, seguro que en cada casa hay al menos una persona que se interesará por un deporte, profesional o no, practiquémoslo y hagamos de él un estilo de vida.
Educación y deporte, la realidad para unir a este país, a partir de un festejo que de felicidad no tiene nada, porque a 200 o 100 años, seguimos colonizados por unos y bajo el yugo de otros, solo cambiamos de actores principales, por que los mexicanos seguimos siendo los mismos, con las mismas aspiraciones, pero con las mismas carencias que hace 200 años.
