lunes, 14 de febrero de 2011

El día de hoy celebro a la amistad.

El día de hoy sin cursilerías ni regalos efímeros,  celebro a la amistad, a la gran amistad que tengo con la persona que al día de hoy, y espero así sea hasta siempre, es mi mejor amiga.

A mis 32 años, he sido una persona de pocos amigos, pero esos pocos siempre han sido los mejores. Sin embargo, hoy puedo celebrar que he encontrado a la mejor amiga, a la persona que llena toda la definición de amistad, a esa persona que siempre está no cuando más la necesito, sino que está por que me conoce y reconoce, por que me reprime, por que me premia, por que sabe en que momento guardar silencio y en que momento levantar la voz, por que ella sin dudarlo me abraza cuando más lo necesito, por que sus palabras son mi motor, o porque sus palabras son mi confort.

Con ella en pocos años he aprendido más que conmigo mismo, por que con ella he descubierto el lado bueno y malo de las cosas, por que con ella me he reído y divertido más que en toda mi vida, por que simplemente es la persona con la que siento que mi mundo está entero y nada me hace falta.

Con ella, es con la que planeo un día, una noche, una comida, una borrachera, un deseo, una compra, un proyecto, una vida, y si algo sale mal, volvemos a planearlo.

Es con quien me puedo aburrir, divertir, enojar, gritar, reír, llorar, hablar, por que con ella siento que bailo muy bien, que canto muy bien, que escribo muy bien, por que con ella puedo ser auténtico, por que con ella soy perfecto, por que ella es perfecta.

Es mi persona favorita, por que es inteligente, irónica, cariñosa y amorosa, sarcástica, divertida, seria, selectiva, la mejor cocinera, la mejor hermana, la mejor hija, la mejor mujer, la mejor esposa.

Es mi mejor amiga, por que me ha aceptado como soy, sin querer cambiarme, sin querer hacer de mí un prototipo de hombre, por que confía en mí, cree en mí como yo en ella, por que he depositado mi tiempo, mi espacio, mi vida en ella.

Por que además de ser mi confidente, es mi cómplice, es mi consuelo y mi motivación. Por que si me enojo o se enoja, siempre encontramos la manera de arreglar y solucionar, pero aún más de evolucionar.

Hoy celebro este día, por que hoy me doy cuenta que estoy perdidamente enamorado de mi mejor amiga.

Te amo Charo.
Febrero 14, 2011.

martes, 8 de febrero de 2011

Cifras

En esta semana, leí dos cifras que de inicio me impactaron, pero que al analizarlas realmente me preocupan y por otra parte busco posibles soluciones.
La primer cifra, según un reporte de Banco de México, los mexicanos leemos 2.2 libros al año, existen países que ese promedio es mensual. Es tajante esta cifra, somos un país sin educación.
Conozco personas que no han leído ni un libro, no en un año, sino en todo lo que llevan de vida. Carecen de buena ortografía, no tienen un vocabulario enriquecido o basto para entablar una platica, mucho menos para realizar un escrito, creen lo que dice un interlocutor en la televisión o en la radio, algunos son padres de familia o bien llegarán a serlo, y no creo que inculquen el hábito a sus hijos de leer, si ni ellos lo han hecho.
A diario, recibo correos electrónicos en mi trabajo con una pésima redacción, hablo con personas que no tienen ni la mínima idea de dicción o estructura gramatical, confunden palabras, y por ser simpáticos utilizan un lenguaje vulgar que cae en lo ignorante.
Conozco profesores, que tienen faltas de ortografía, que hablan el español pésimamente, y que aún y con todo eso educan a infantes en educación básica.
Hoy el gobierno, a través de la SEP busca revertir estas cifras, con campañas utilizando artistas o personajes que son ídolos para niños, adolescentes y adultos, en lugar de estructurar un plan educativo que ayude a elevar el penoso 2.2.%; es más, ni idea tengo de porqué, la razón de comenzar con uno o varios cantantes para promocionar una campaña que incentive la lectura y no intelectuales de verdad.
Para mí es simple, la lectura se debe inculcar desde la infancia, enseñada en la escuela básica y reforzada por los padres, y en el caso de los adultos, es más complicado pero tal vez uno que otro por escuchar a su cantante o ídolo del momento, se interese por la lectura. Yo seguiré instando a mi círculo de conocidos y amistades a leer.
La otra cifra que leí según la secretaría de salud,  es que el 70% de los adultos en México sufre de sobrepeso u obesidad. Al principio tuve reacción de incredulidad, sin embargo, al pensar en 10 personas allegadas, pude concluir que es cierto, y más aún cuando salí a la calle y pude constatar que 7 de cada 10 sufren esta enfermedad que aqueja al país, y que no veo un plan definido, al menos planeado para combatir este problema de salud pública.
Me preocupa que no se haga nada por revertir esta cifra, imaginemos en 10 años esta población adulta (si es que aún existe el 100%), lo mermado en salud que se encontrará y por consecuencia los problemas económicos y sociales que afectarán a México, sin mencionar cifras que señalan a nuestro país como el número uno en obesidad infantil.
No existe y aunque debiera existirlo, un interés del gobierno por remediar el sobrepeso en los adultos y en los niños, no existe una educación o formación que nos enseñe a alimentarnos, hoy vale más la presión de las grandes empresas fabricantes de comida “chatarra” que una cifra que debe preocupar y ocupar de inmediato a nuestras autoridades, por los problemas que están sucediendo y que están por venir, de un país plagado de adultos obesos.
No es cuestión de tiempo, ni de dinero, la verdad el sobrepeso se remedia con la actividad física y una adecuada alimentación, que esta última y por experiencia suele ser más barata. Hay quienes prefieren ser “gorditos felices” a “delgados infelices”, que gran capacidad de deducción y alto grado de inteligencia para elevar un ego hecho trizas por unos kilos de más.
Por mi parte seguiré invitando, ayudando, e instruyendo a la gente a que se ejercite, y seguiré diciendo, hasta que vea lo contrario, que es un problema de salud nacional y que como la “influenza”, el VIH, la diabetes (causa de un sobrepeso) y más enfermedades deben ser atendidos a la brevedad por nuestro sistema de salud.
            Los mexicanos somos pasionales en cuanto a la creación de ídolos o temas triviales, como un mundial de futbol, que puede paralizar al país, me declaro fan del futbol, pero también me declaro amante de la lectura y apasionado del deporte, una por incrementar mi acervo intelectual y el deporte por salud.
            Si leyéramos más, y si fuéramos un país saludable, seríamos mejor país, seguro estoy que podemos lograr algo al respecto.