martes, 4 de noviembre de 2008

p.d. Día de muertos.

Me declaro fiel seguidor y participante de las costumbres mexicanas, y el 2 de noviembre no fue la excepción, día que en lo personal tiene un significado especial y que lo guardo celosamente dentro de mi corazón. Pero este fin de semana fue espectacularmente diferente y es que desde el sábado muy de mañana, como es costumbre familiar, fuimos al panteón a visitar a nuestros muertitos, llevarles flores y rezarles una oración, aún el Santa Paula, se veía solo y sin muchas flores, pero ya con ambiente de una tradición arraigada al pueblo mexicano.

Más tarde, tenía una cita para irme a pasar un fin de semana a San Miguel de Allende, entre los motivos para ir eran, conocer en persona a Yamila Michelle Ávila De Anda, comer tamales de mole, chilmole, y obvio el delicioso Mole de la Sra. Monjarás de Ávila, por favor, cualquier persona en su sano juicio, no desistiría ante tal evento.

Yamila Michelle, hermosa, no cabe duda que al observar un recién nacido, te das cuenta de lo fascinante y sabia que es la naturaleza. Aún no puedo decir a quién se parece, pero la mayoría asegura que a su Papá.

Los tamales, el mole y el chilmole, que delicia, que placer y son ocasiones en las que me gustaría tener dos estómagos, por que no hay momento en que se sacie el sentido del gusto con tan peculiares artes culinarias mexicanas y poblanas, y un café hecho en la estufa (si ya se que diría Horte) delicioso, sin embargo, no solo es la comida, sino todo el ambiente, debo resaltar que había una ofrenda a los difuntos de la familia anfitriona, ojala que todos hiciéramos lo mismo, este tipo de tradiciones no las podemos perder y mucho menos cambiar por una fiesta gringa (noche de brujas), así que deberíamos de inculcar en las escuelas, en las casas, en las empresas y a las autoridades, estas costumbres tan nuestras.

Obvio comí, cené y desayuné al día siguiente mole, estas oportunidades no se pueden desaprovechar. Después nos dirigimos al panteón a dejar flores y a ver las ofrendas que ahí estaban, cabe mencionar, que por donde pasábamos, había gente con flores o con un ambiente alusivo a la celebración.

Después de todo, mi única reflexión es acerca de las tradiciones, que sin duda, la familia es la encargada de mantenerlas y heredarlas a sus generaciones, no me imagino una sociedad mexicana, sin sus fiestas locales o regionales, y sobre todo sin que tus nietos o los nietos de tus nietos, puedan disfrutar de un altar de muertos, del alfeñique, de las calaveras o de una rica comida mexicana, y sobre todo en Familia.

5 comentarios:

the pelon-pelonetes sister's dijo...

pues ya está...!
cuando yo muera...me pones mi ofrenda...
la charo que haga el mole...

ufff!....ya me andaba preocupando de eso...de no tener quien me ofrendara algo... nadie me había dicho que le gustaba eso de la ofrenda y día de muertos...
pero cuidadoooo!!!! NO CEMPATZUCHILES!!!! esas son flores para muertos...okis?

Ro. GZ dijo...

Cuenta con la ofrenda y todo el ritual...

Te haz puesto a pensar que te gutaría que hubiera, es un interesante y divertido juego... es así como idear o leer en voz alta lo que quieres diga tu epitafio...

Saludos!

the pelon-pelonetes sister's dijo...

si...
mi epitafio diría...
murió de felicidad...
de esa felicidad que se quiere compartir...pero que costó trabajo...y aunque al final de sus días solo tuvo un pedacito... fue feliz...
¡qué alguien la recuerde!... y al hacerlo... que ponga en su tocadiscos..."una pálida sombra"



soy una cursi...50tona

Airam Rethsse dijo...

también , ya estuvo, me pones la mia, con su consecuente, chela, y su piano o viola o algo así, a un lado, y de fondo musical, por supuesto una orquesta, que sea el concierto nº. 2 de Rachmaninof.
sale??
si, si???

Ro. GZ dijo...

Perfecto... ¿y tu epitafio, qué quieres que diga?.