viernes, 14 de noviembre de 2008

Miedo...

El miedo es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente o futuro. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano.



Fui educado, para saber que el miedo es parte del fracaso o hasta cierto punto falta de hombría, por lo mismo no recuerdo haberlo experimentado muy seguido, y que con gran facilidad vienen a mi mente las ocasiones en que lo sentí. Espero que nadie atente en contra de mi, al momento de conocer cada situación que me hizo experimentar tan desagradable sentimiento.

Ø Las caras de “payaso” de las alcancías en mi cuarto, terribles. Desde que tengo uso de razón tengo un sueño bastante tranquilo y en cuanto pego mi cabeza a la almohada, me duermo, eso sí con música o con TV pero me duermo. Sin embargo, debería de haber tenido entre 4 y 6 años, y acaban de re decorar mi cuarto, con unas cortinas que dejaban pasar de manera libre y profunda la luz de la luna cada noche, justo dónde más tiempo se detenía tan natural iluminación, estaban colocadas 4 alcancías de plástico, todas con forma de payasos, tétrica imagen me vigilaba mientras yo intentaba conciliar mi sueño. Pasaron semanas, y por más que imploraba que no me quería dormir solo, nadie se apiadaba de mí. Hasta que use mi razonamiento e inteligencia, y noche a noche las tapaba con sabanas, cobijas, toallas, o de plano las escondía en el closet, para que a la mañana siguiente regresaran con esa cara sonriente a la repisa, lugar designado a estas imágenes tortuosas. Desde esos tiempos, no me caen nadita bien los payasos, bueno solo Brozo.


Ø Las jeringas. De niño y adolescente me enfermaba muy seguido de la garganta y pues mi tío Señor Dr., tan atinado siempre, me recetaba inyecciones, que miedo. Hoy que fui a realizarme unos estudios de rutina para la empresa, reviví esa emoción de peligro, temblando llegue a la salita de espera, y así temblando me despojé de mi chamarra y manga de la camisa. Aun al estarlo escribiendo me da pavor. Y peor ver mi sangre dentro de esa jeringa. No soporto las inyecciones y mucho menos que me saquen sangre.


Ø Recibir los resultados de un examen de admisión. El de la preparatoria y el de la Universidad, que impresión, el primero salía en el periódico y como es costumbre muy de madrugada mi madre salió a comprarlo, yo no había podido conciliar el sueño una noche anterior (tengo que decirles que no tuvieron nada que ver los payasos, esos muy pronto los eliminé y se los terminé regalando a mis primos), así que me quedé en vela hasta la mañana siguiente, con pequeños lapsos de sueños interrumpidos por ese miedo a no pasar el examen, ¡oh sorpresa!, aprobé y hasta con excelentes resultados. El segundo, se me hizo eterno ya que lo que más añoraba era estudiar en mi gloriosa Universidad de Guanajuato, no recuerdo la fecha con exactitud, solo sé que era un viernes y a partir de las 5 de la tarde los publicarían en la FCA. Fui con Hey, una de mis grandes y mejores amigas, llegue y me dirigí con decisión a las listas, corrió y se adelanto mi amiga, revisó y con un grito de desesperación, e irónico esbozo… comento -no pasé-. La sangre se me movió por todo el cuerpo y el camino entre el patio central y el pizarrón de resultados se me hizo eterno, más mi desesperación cuando en ese pizarrón solo estaban los de C.P., enfrente estaban los de C.I., así que con mayor incertidumbre, atravesé el patio y comencé a revisar la lista, obvio de abajo hacia arriba, o como lo quieran ver, del último aceptado al primero, yo era la ficha 93 y veía pasar números y más números, hasta que llegue al tercero y ahí estaba, si el 9 y 3, tan juntos como mi sensación de miedo y satisfacción.


Ø A mis sueños. Lo confieso y lo admito, sueño y deseo muchas cosas, y porque varias se me han cumplido, me da miedo fracasar, desilusionarme a mí mismo, y no lograr lo que hasta ahora me he propuesto. Y cuando voy a tomar una decisión que solo implica mi persona, el miedo a saber si es la correcta es indescriptible, se me hace pequeño el estomago, pierdo el apetito, se me cierra la garganta (y no… no voy a pedir inyecciones), y me siento con ese miedo interior que inunda toda mi humanidad. Soy acertado, congruente, razonable, flexible, analítico pero con esa sensación de miedo a caer.


Ø Muerte de un ser amado. Ya van dos que se me han ido de este mundo terrenal y prefiero no mencionar más, porque al pensar en mis seres amados que aun viven, es la peor sensación.

Podrán decir que tus miedos debes afrontarlos y superarlos, pero que alguien me dé un manual para hacerlo, no creo que exista, es más, ante lo real o lo irreal de los miedos lo único que basta es contarlos, y aceptarlos.


RGZ

4 comentarios:

the pelon-pelonetes sister's dijo...

Los miedos también son pedacitos de vida...

yo tengo miedo de estar enfrente de la gente... es horrible!...
mi misma familia me pone en pánico...pero que puedo hacer...
y cada vez que eso me sucede...me enfermo...a veces me da dolor de estómago o de cabeza...

el dr. dijo que es una fobia...¡qué sabiduría!...
no dijo con qué se quita...

los miedos no los quitaría ni el mismito Sigmund Freud...

por cierto...ya leí tu libro recomendado...
"el ensayo sobre la ceguera"...
no he vistola peli...tu sí?

ah! y te recomiendo mi favorito "El día que Nietzsche lloró"(autor:Irvin D. Yalom)(ed. emecé editores)........en él verás que hasta el mismo Nietzsche tenía miedos...

Ro. GZ dijo...

Algo similar me pasa, entre el estomago y la garganta, acaban con mi resistencia.

La pelicula la vimos el pasado viernes, y es muy buena, yo que he leido dos veces el libro te la recomiendo, muy bien adaptada y no pueden ser mejor las actuaciones.

Y por supuesto que leeré tu recomendación, estoy a punto de terminar mi meta anual y próximo a comprar nueva dotación.

Gracias por tus comentarios

Muñeca de trapo dijo...

Hola =D

Gracias por el comentario y si, uno de los mejores libros de Coehlo, aunque tengo que reconocer que me he hecho adicta a sus letras, en fin.

Respecto a los miedos, tienes razón, ni yo que tengo la carrera de psicologa completa y con algunos talleres me los quito, y es que es así la realidad, los miedos no se quitan, los miedos se enfrentan y se vive con ellos, y que mejor que los miedos para darnos cuenta de lo valientes que somos =D

Que tengas buen día!!

jess dijo...

Creo que es un sentimiento básico de la naturaleza humana.

Lo más divertido, es ver la manera en que nuestros miedos van evolucionando conforme vamos creciendo...

... aunque sigo sin poder ver pelis de terror, so pena de no dormir durante semenas enteras.

Hey!! Me gustan mucho los post informativos sobre el autor del blog =D

Saludos!!